El Piquillo es un lugar emblemático en Tasarte, desde allí de una forma original se da la bienvenida a todas las personas que visitan el barrio. Este lugar es una propiedad privada, a pesar de que incluso mucha gente en Tasarte cree que es un lugar público.
Existen dos versiones sobre la colocación de estas piedras en ésta ladera llamada El Piquillo, la primera de ellas es que entre las décadas de 1950 y 1960, los niños de la escuela de Tasarte, acompañados y coordinados por dos profesores, la maestra que daba clases a las niñas, esposa de un vecino de Tasarte, y el maestro que daba clases a los niños, un señor de La Aldea de San Nicolás, llegaron hasta ese lugar para colocar y pintar con cal, las piedras con las letras Bienvenidos a Tasarte.
La otra versión que también se escucha, es que las letras actuales fueron colocadas por un grupo de jóvenes que pertenecían a la Comisión de Fiestas del barrio, entre las décadas de 1960 y 1970, con el objetivo de dar la bienvenida al barrio a todos los que acudieran a las fiestas. Como no hay forma de comprobar cual es la verdadera, recogeré las dos.
Un dato curioso es que durante muchos años, El Piquillo se usaba en ocasiones como reloj, en algunas casas se solía oir aquello de:
-Levántate que el sol viene por El Piquillo si era de mañana.
y si era de tarde -Levántate que ya las sombras van subiendo El Piquillo, incluso algunos permisos para salir y llegar a casa por las tardes se daban conforme a que las sombras llegaran a El Piquillo.
Las letras se han mantenido en ese lugar a lo largo de los años, cada año por las fiestas de San Juan un voluntario se acercaba hasta allí para colocar la bandera anunciando el comienzo de las fiestas del barrio, y también revisaba las piedras descolocadas y las colocaba en su lugar nuevamente retocando el color con con cal.
En junio de 2010 y durante una reunión para la organización de las fiestas, surgió la idea de organizar una caminata hasta allí con un grupo de gente voluntaria y que la tarea de "engalanar El Piquillo" se convirtiera en una actividad más de las fiestas, fomentando así la participación vecinal. La idea surgió de un tasartero, que regresaba a vivir a Tasarte tras muchos años viviendo en Fuerteventura.
Quiero reflejar éste dato en esta entrada del blog , para que con el paso de los años, exista una única versión y real, de porque o como se volvió a recuperar el engalanar El Piquillo, con un grupo de gente y no con un solo voluntario como se estuvo haciendo durante muchisimos años.
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