Historias
de misterio o de miedo seguramente en todos los pueblos se pueden
recoger siempre.
En Tasarte las tenemos también y la más destacada y afamada es “La Luz de Toleo”. (“La Luz de Toledo”)
En Tasarte las tenemos también y la más destacada y afamada es “La Luz de Toleo”. (“La Luz de Toledo”)
Este
misterio y según versiones de algunos vecinos, es una luz del
tamaño de un cigarro encendido a veces un poco más grande, que
aparece en la zona de Toleo sobre todo. Aunque hay testimonios que
dicen que también aparece entre la Degollada de Veneguera, Las Charqueta, Las
Gamonas y La Meseta, teniendo especial presencia en Toleo haciendo
parada en la zona de “Los Morretillos” también en Toleo.
Hay
varias historias sobre este fenómeno, aquí destacaré algunas de
las muchas que hay y que son muy conocidas y que de forma escrita
tienen constancia de haberse comentado entre los vecinos porque se
recogen en los cantares que hacía Pepe Peñate, un hombre que
improvisaba rimas donde narraba hechos que ocurrían en el barrio y a
los vecinos, y además dan testimonio que así pasó personas que
vivieron en esas épocas.
La
primera, quizás la más conocida por todos es cuando una cuadrilla
de hombres iban a trabajar a el pinar de Ojeda, pararon a descansar
y a comer en Las Gamonas, y al ver luz en casa de un señor que
vivía en una zona cercana uno de ellos gritó
-Ven
a echarte un pisco, que hace frío y no viene mal, y al momento casi
sin terminar de hablar dicen que “La Luz” se plantó en la zona
en que estaban.
La
segunda no tan conocida pero que aparece en estos versos, es la de un
señor que subía a Las Gamonas a pastorear por el camino que había
para llegar hasta allí y a la altura de La Piedra Rajada, “La Luz”
se le interpuso en el camino, el hombre en señal de respeto apartó
un poco su ruta y “La Luz” se le volvió a plantar delante, y así
un par de veces hasta que el señor perdió un poco la paciencia y
armado de valor quiso darle con su garrote, fue cuando según
testimonio la luz dió un brinco y se plantó en uno de los hornos de
teja de la zona, el hombre al llegar a su destino se acercó a casa
de una vecina a contarle lo ocurrido y al terminar de narrarle lo
vivido vio “La Luz” nuevamente en casa de esa vecina.
Dicen
de señoras que se llevaron algún que otro susto viviendo en zonas
muy lejanas desde las que se puede ver Toleo (Toledo) y anunciaban su
presencia a otros vecinos y vecinas para que se asomaran a verla.
Hay
más versiones pero como dice Pepe Peñate en una de sus rimas,
“Si
me pongo a recordar sobre La Luz de Toledo saco a El Quijote completo
y a Callejas y a Quevedo”. Y es que son tantas las historias sobre
éste fenómeno, que si se contaran todas se asemejaría a largo como
el Quijote y tantas como cuentos tiene Callejas y lo de Quevedo creo
que también es de entender, para aquellos que conocen el estilo de
Quevedo.
Para todo lo que sucede de miedo o fenómenos extraños siempre hay quien tiene explicación. Y hay vecinos también que tienen su versión o explicación sobre esa luz saltarina, que tan pronto se podía ver en Las Charquetas como en La Degollada de Veneguera y al segundo bajando Las Gamonas Dicen los que no creen en éste fenómeno que esa luz, era la luz de los cigarros o farolillos de los visitantes y vecinos del barrio que iban y venían desde Tasarte a Mogán, incluso se dice que también había ocasiones en que las parejas se encontraban por ésta zona, aprovechando que ya la historia de miedo era creíble entre una gran mayoría de vecinos.
Cada cual puede creer o no creer, lo que si es cierto que muchos tasarteros y tasarteras, juran haberla visto saltar distancias muy largas, y otros también cuentan otras historias extrañas que por la zona vieron con sus propios ojos.
Para todo lo que sucede de miedo o fenómenos extraños siempre hay quien tiene explicación. Y hay vecinos también que tienen su versión o explicación sobre esa luz saltarina, que tan pronto se podía ver en Las Charquetas como en La Degollada de Veneguera y al segundo bajando Las Gamonas Dicen los que no creen en éste fenómeno que esa luz, era la luz de los cigarros o farolillos de los visitantes y vecinos del barrio que iban y venían desde Tasarte a Mogán, incluso se dice que también había ocasiones en que las parejas se encontraban por ésta zona, aprovechando que ya la historia de miedo era creíble entre una gran mayoría de vecinos.
Cada cual puede creer o no creer, lo que si es cierto que muchos tasarteros y tasarteras, juran haberla visto saltar distancias muy largas, y otros también cuentan otras historias extrañas que por la zona vieron con sus propios ojos.